¿En qué consiste la blefaritis?

La presencia de pequeñas escamas blanquecinas en el borde libre de los párpados, alrededor de la raíz de las pestañas, es un hallazgo bastante frecuente. Se encuadra dentro de una patología denominada blefaritis anterior, que suele acompañarse de un grado variable de enrojecimiento del borde libre tanto del párpado superior como del inferior.

La presencia de pequeñas escamas blanquecinas en el borde libre de los párpados, alrededor de la raíz de las pestañas, es un hallazgo bastante frecuente. Se trata de una inflamación crónica de esa zona, que compromete a la superficie del borde libre de los párpados y a las estructuras que se encuentran a ese nivel: las glándulas palpebrales y las pestañas.

Son múltiples los factores relacionados con la etiología de esta entidad. Entre ellos destacan:

  • Infecciones por gérmenes, presentes habitualmente en la piel de los párpados, o de algunas toxinas y enzimas liberadas por ellos
  • La predisposición genética
  • Reacciones alérgicas
  • Alteraciones en la composición de la secreción glandular palpebral

Según la causa que produce la blefaritis podemos encontrar descamación blanquecina y seca o algo más amarillenta y untuosa.

En general, se trata de una enfermedad ocular leve, aunque molesta. Sin embargo, en algunos casos puede verse afectada la córnea de forma severa, e incluso comprometer la visión de la persona que la padece.

Síntomas habitualesEn general se trata de una enfermedad ocular leve, aunque molesta. Sin embargo, en algunos casos puede verse afectada la córnea de forma severa, e incluso comprometer la visión de la persona que la padece.

  • Sensación de cuerpo extraño
  • Irritación ocular
  • Escozor
  • Lagrimeo
  • Fotofobia

Tratamientos

En los casos en que no aparecen los citados síntomas no es necesario el tratamiento, ya que no suele suponer un problema para la salud ocular. Pero si existiesen, podemos recurrir inicialmente a la higiene palpebral con algunas toallitas comercializadas, impregnadas de un jabón neutro, y a la lubricación ocular.

En los casos más avanzados puede ser necesario utilizar pomadas antibióticas y/o medicación oral para el control de la composición de la secreción glandular. Algunos de estos tratamientos deben mantenerse incluso durante semanas o meses para alcanzar el resultado adecuado.

De cualquier manera, no suele erradicarse totalmente el problema, debido a la imposibilidad de corregir definitivamente algunos de los factores implicados en la etiología. Sin embargo, nuestro objetivo debe ser alcanzar el mayor grado de confort ocular para la persona que lo padece.