Tengo una “peca” en la conjuntiva

Es relativamente frecuente encontrar personas que presentan algún tipo de mancha oscura, generalmente marrón, sobre el fondo blanco de la esclera ocular. En realidad, no suelen afectar a la esclera, sino a la conjuntiva, una membrana transparente que la recubre superficialmente. Debido a ese contraste de colores, suelen ser lesiones detectadas bastante precozmente, incluso en la infancia. Generalmente son nevus conjuntivales, algo así como una “peca” en la conjuntiva.

Aspecto de un nevus conjuntival estable, de mucho tiempo de evolución

 ¿Hay que vigilarla periódicamente?

En la mayoría de las ocasiones no se modifican con el tiempo, manteniéndose con el mismo aspecto durante muchos años o incluso toda la vida. En otras, puede producirse un cierto crecimiento en su tamaño, sobretodo durante la preadolescencia y la adolescencia. Ello no implica necesariamente la gravedad de la lesión, aunque sí hace recomendable la visita al oftalmólogo para que evalúe la necesidad o no de tomar medidas diagnósticas y/o terapéuticas.

Nevus conjuntival escasamente pigmentado y de límites poco netos

Los signos a vigilar en estas lesiones incluyen cualquier modificación de su aspecto en el tiempo, ya sea en la extensión, en la sobrelevación, en la coloración o en la vascularización de las zonas adyacentes, aunque ya se ha comentado que esos cambios no implican necesariamente el carácter maligno de las lesiones. De cualquier manera, resulta muy interesante tomar en la consulta imágenes de las mismas, para poder hacer un seguimiento lo más fiable posible, pudiendo compararlas en todo momento con las obtenidas previamente. Por lo tanto, en la mayoría de las ocasiones es suficiente con confirmar, mediante la exploración oftalmológica, la ausencia de signos de alarma, así como descartar la progresión de las mismas.

Nevus conjuntival de color marrón oscuro y bien delimitado, sin signos de malignidad

¿Requiere tratamiento?

En aquellos casos, en los que existan dudas razonables sobre la benignidad de la lesión o se produzcan algunos de los cambios anteriormente descritos, se recomienda la toma de una muestra histológica para realizar un estudio anatomopatológico de la misma. Para ello, suele ser suficiente con una breve intervención, realizada en quirófano con anestesia local y el envío de la muestra para su análisis.

Por lo tanto, hemos de saber que estas lesiones son relativamente frecuentes y que son benignas en la inmensa mayoría de los casos y que resulta muy útil su seguimiento mediante imágenes sucesivas a lo largo de los años.